JORGE HERNÁNDEZ Ganadero. Responsable del sector vacuno de leche de COAG en Castilla y León“Con el pienso disparado, ahora mismo es inasumible alimentar a las vacas”

08a50fa0-9c85-4f6b-90df-717b288d99ba_16-9-discover-aspect-ratio_default_0
LA SIGUIENTE ENTREVISTA, REALIZADA POR EL PERIÓDICO LA OPINIÓN DE ZAMORA, FUE PUBLICADA EL PASADO 7 DE NOVIEMBRE. CONSIDERAMOS DE INTERÉS PARA NUESTROS AFILIADOS REPRODUCIRLA EN NUESTRA PÁGINA WEB ÍNTEGRAMENTE.

IRENE GÓMEZ/ENTREVISTA/ LA OPINIÓN DE ZAMORA/-. “¿No es vergonzoso que mi padre cobrara la leche hace 40 años más que yo?” | “Esto no es un juego, el propio Ministerio reconoce que estamos produciendo a pérdidas”

“Mira que no me gusta andar con lamentos, pero por primera vez estoy acojonado de verdad”. Jorge Hernández, responsable de vacuno de leche de COAG en Castilla y León, tiene una explotación en Monfarracinos y reconoce abiertamente que la viabilidad de las granjas, en las actuales circunstancias, “es insostenible”. Jorge cuenta en esta entrevista por qué hay razones para salir a la calle. Al precio de la leche, por debajo de coste, a la luz y los carburantes disparados, se suma ahora el gasto en la alimentación del ganado, “inasumible”. Mañana los ganaderos de vacuno de leche unen fuerzas y protagonizan en Zamora un acto de protesta promovido por la Alianza UPA-COAG y Asaja.

PREGUNTA-Con la leche por los suelos y los costes de producción básicos disparados, ¿estamos ante la tormenta perfecta?

RESPUESTA–Hemos pasado situaciones malas, pero ahora mismo probablemente es la peor de los últimos 20 años. Como esto dure un poquito más nos quedamos sin sector. Me atrevo a decir que en un año hemos perdido un 20-30% de las explotaciones. Mucha gente con cierta edad que tiene algo de agricultura te dice, no me merece la pena seguir con las vacas, para estar perdiendo dinero las dejo.

P-¿El vacuno de leche es el sector que está pasando más apuros en este momento?

R–Sí, con mucha diferencia. Todos los costes han subido muchísimo y es verdad que eso afecta a la agricultura, pero a nosotros de doble forma, como agricultores y como ganaderos. El coste de alimentación es inasumible, los piensos están totalmente disparados.

P–¿Cómo se traduce en cifras?

R-El precio del pienso de esta semana es de 323 euros la tonelada y el año pasado por estas fechas era de 246. Estamos hablando de 80-90 euros más y eso en casi 40 toneladas al mes son 3.600 euros más solo de pienso todos los meses. Da miedo decir que son los piensos los que ahora mismo nos están matando, pero es así; es la alimentación lo que más nos está afectando. Es cierto que el agricultor tiene que cobrar un precio bueno, por supuesto, pero es que nosotros tendríamos que vender la leche también a un precio bueno y no es así.

P–¿No llegan ni a cubrir los coste de producción?

R–Los datos del propio Ministerio de Agricultura y Ganadería del año pasado reconocían que ya fue malo, pero nada tiene que ver con este. Nuestro coste de producción estaba por encima de los 37 céntimos el litro de leche y estábamos cobrando a 33 céntimos. O sea el año pasado ya teníamos 4 céntimos de diferencia en pérdidas. Este año ha habido una subida mínima de le leche por mucho que las industrias digan lo contrario.

P–Dice que el año pasado perdían 4 céntimos en litro, ¿cómo está este año la situación?

R–Ahora mismo estamos perdiendo entre 7 y 8 céntimos por litro de leche. En un volumen de un millón de litros pues son 60.000 euros al año. ¡Quién aguanta eso!. Solo pedimos que se cumpla la Ley de Cadena Alimentaria.

P–Aprobada está y con medidas muy claras para reducir estos desequilibrios.

R–Se aprobó con muy buenas expectativas pero se ve que no funciona. En muchos supermercados se sigue vendiendo leche a precio ridículo, por debajo de los 60 céntimos. Esta semana me mandaron unas fotos de Valladolid con leche a 45 céntimos. El producto se sigue usando como reclamo, vendiendo incluso a pérdidas en las grandes superficies porque se ha establecido que es una forma de atraer a la gente. La leche es un producto que se ha tirado por tierra, se le ha quitado el valor que tenía y lo utilizan como señuelo para comprar.

P–¿No hay forma de que industria y distribución paguen más al ganadero?

R–El caso de Lactalis, donde mañana nos concentramos, es sangrante. Es una de las industrias que peor está tratando al ganadero. Además ha llegado ofreciendo los contratos a trece meses con una subida de 1 céntimo respecto al año pasado, es ridículo. Y para hacerse una idea, hasta los propios ganaderos firman en los contratos que no pueden enseñar a cómo cobran su leche. Son prácticas poco menos que mafiosas.

P–¿Entonces la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria no es una herramienta suficiente para acabar con esta situación?

R–Se ha quedado todo en buenas palabras. Es una herramienta buenísima si se aplica, pero si se queda en papel mojado y lo único que decimos es contar que hemos hecho una ley pero no se lleva a término, pues seguimos como siempre. Si a eso añadimos el terrible recorte que se ha llevado el sector en la PAC con la convergencia. Teníamos unos derechos altos pero con la convergencia, que Europa nos dijo que tenía que ser progresiva, aquí ha llegado el Ministerio, la ha aplicado de golpe y afecta casi a un recorte del 20 por ciento en muchas explotaciones. Un 20% menos que hemos percibido este año y otro 20% el año que viene.

P–El ministro Planas dice que es la mejor PAC posible.

R–Es una vergüenza. Son todo ataques y encima tenemos que aguantar que digan que es buena para el campo, cuando ataca directamente a los profesionales. La única comunidad autónoma que está defendiendo que la PAC priorice a los profesionales es Castilla y León. Y en esto se ha quedado sola, hay que reconocer el mérito a la Junta. Cuando hace las cosas mal se dan palos, pero si se hace bien también tenemos que decirlo.

P–¿Cuántas granjas de vacuno de leche quedan en Zamora?

R–No llega al centenar de explotaciones, unas 90. Y de esas el 60% no tienen relevo. Y aquí al menos hay una industria propia que transforma y ha sido la que ha sujetado un poco al sector.

P–Hablamos de un sector muy profesionalizado, que hizo un esfuerzo importante en modernizar las granjas, con gente joven. ¿Esta situación puede arruinar el futuro de esos ganaderos?

R–En Zamora, sobre todo en la zona de Benavente, estamos viendo el cierre de granjas, algunas con gente en edad cercana a la jubilación que ve que no llega. Y los jóvenes que han apostado por el sector y han hecho inversiones importantes son los más fastidiados porque afrontan amortizaciones terribles. Este sector necesita unas inversiones importantes, tienes que estar constantemente modernizando instalaciones, poniéndote al día. Eso de que somos un sector profesional está más que asumido, pero de qué nos ha servido hacer las cosas tan bien si nos cambian la normativa cada poco, nos exigen cosas nuevas, si nos están criminalizando constantemente.

P–¿Realmente sienten esa desafección cuando en la pandemia se les ha calificado poco menos que de héroes?

R–Hay que reconocer el trabajo que hacéis los medios locales. A nosotros quien nos escucha únicamente son los medios locales, la gente que conoce la problemática de verdad. Lo que trasladan los medios generalistas a nivel nacional es vergonzoso, no hablan de nosotros para nada, o si lo hacen es para regalarte el oído. Hace un año te llamaban los medios nacionales con eso de que éramos héroes, pero por favor que solo estamos haciendo nuestro trabajo. No nos regaléis el oído que hace un mes nos estábais tachando de que éramos unos terroristas ecológicos del carajo. Ni tanto ni tan calvo. A veces te tratan como si fueras tonto o con cierto paternalismo. Pero si solo queremos producir alimentos, que os vamos a dar de comer. Tan difícil es entender que nos tenemos que ganar la vida.

P–Con pandemia o sin pandemia el sector primario es el que produce alimentos, ¿hay que explicar esto a estas alturas?

R–Somos los grandes olvidados. Cuántas veces sale la noticia de que ha subido la cesta de la compra, pero qué pasa con los que producimos, ¿no nos han subido los costes?. Que somos los primeros que estamos padeciendo y vendiendo a precios de hace 40 años. Que mi padre cobró la leche más que yo. ¿Pero no es vergonzoso eso con lo que se han disparado el coste de la vida, todos los costes energéticos o laborales?. No tenemos capacidad de ponerle precio a la leche, pero que la estemos vendiendo como hace 40 años es vergonzoso.

P–¿Están trabajando a pérdidas?

R–Sí. Llevamos con pérdidas todo el año 2021 y parte del 2020.

P–¿Y eso cómo se soporta?

R–Pues a fuerza de trabajo, trabajo y trabajo. Cualquier matrimonio ganadero hace tres jornadas laborales de una persona normal de lunes a domingo. Pero llega un momento que ni siquiera con trabajo se puede soportar porque hay que hacer frente a todos esos pagos. Cuando la gente no puede hacer frente, pues vas vendiendo animales, pero llega un momento que no puede más y dice, se acabó. Corto, vendo los animales y trataré de vivir de la agricultura, el que la tenga, y el que no, tendrá que buscar otra ocupación. Que esto no es un juego. Esos que dicen, ya se están quejando otra vez los ganaderos, que no. Que es el propio Ministerio el que reconoce que estamos produciendo a pérdidas, pero qué más le hace falta para intervenir. Si es tan fácil como sentar a la industria y la distribución y decirles, vamos a ver señores esta gente está produciendo por debajo de costes. Tienen que tener un precio digno, tienen que ganarse la vida.

P–Habrá una manera de que las partes implicadas se sienten y se logre cierto equilibrio.

R–La Junta se ha comprometido a sentar a industria y distribución con las organizaciones agrarias para tratar de hablar. Veremos las intenciones que tiene, tanto la industria como la gran distribución. El problema es que hablamos de un producto perecedero que lo tienes que vender sí o sí. Un cerealista que puede almacenar y si tiene capacidad económica, aguanta hasta que haya un precio mejor. Nosotros no podemos hacer eso. La industria te dice, el contrato es este ¿no te interesa?, pues no lo firmes que no te recojo la leche. Cuando se ha condenado a la industria por prácticas ilegales, muchos ganaderos que tenían la opción de denunciar no lo hacen porque siguen entregándole a la misma industria y tienen miedo. Si te dejan de recoger la leche, es la ruina.

P–¿No existe ninguna herramienta para defenderse de esa estrategia?

R–La industria y la gran distribución tienen mucho poder. De hecho hay quien ha sacado un comunicado a sus distribuidores diciendo que tiene que subir sus productos, entre otras cosas porque ha subido el precio al ganadero. Hay que tener poca vergüenza, es una subida de un céntimo con respecto al contrato del año pasado. Pero de cara a la Administración supongo que la gente del campo cada vez somos menos, suponemos menos votos y menos interés. Después se nos llena la boca de hacer cosas por la España Vaciada, que si el reto demográfico. Pero quién va a venir a los pueblos si aquí, nos guste más o nos guste menos, la actividad principal que hay es agrícola y ganadera. Y si atacamos constantemente a la agricultura y la ganadería, lo único que nos va a quedar en los pueblos es desertificación y animales salvajes.

P–Muchos ganaderos están sosteniendo los pueblos.

R–Si tampoco tenemos servicios… Yo, como ganadero, soy ciudadano de primera un día al año, el día que pago impuestos; el resto del año soy ciudadano de segunda. Porque no tengo acceso a unos servicios básicos de calidad, ni buenas comunicaciones, ni Internet. Cómo queremos acabar con la despoblación en estas condiciones.

P–El discurso cambia radicalmente de la tierra al despacho.

R–Obviamente, lo malo que tenemos es que estamos acostumbrados a que las normas nos las hagan en Madrid y las aceptemos como si fuéramos tontos. Primero hay que conocer la realidad del sector y eso se sabe más que de sobra, lo que no hay son ganas de actuar. Repercutir al consumidor el precio de la leche en 3-4 céntimos es asumible. Una familia no va a dejar de consumirla por 4 céntimos cuando un café vale un euro y una botella de agua vale más que un litro de leche. A eso llegamos.

P–¿Cómo repercute el aumento del precio de la luz en la granja?

R–Todos los días ordeñamos dos o tres veces, hay que enfriar la leche, todos los días hay que hacer comida para las vacas, limpiar. Las vacas comen produzcas o no produzcas y vendas la leche o no la vendas. Insisto, el coste de alimentación hoy por hoy es inasumible para cualquier granja. Es que estamos viendo precios de cebada de 300 euros, cuando el año pasado era de 180.

P–¿No puede ser una burbuja de imprevisibles consecuencias?

R–Creo que es especulación pura y dura, y en 2022 se nos avecina una crisis que la del 2008 nos va a parecer un juego. Oyes en los medios que hay preocupación porque va a haber desabastecimiento de tablets y videoconsolas de cara a las navidades. A ver si lo que vamos a tener es desabastecimiento de alimentos, que sin la tablet pasamos pero sin comer no. Que tenemos que comer tres veces al día. Tres veces al día necesitamos a un agricultor y a un ganadero.

P–¿Confía en que haya un punto de sensatez, la presión va a conseguir algo?

R–Vamos a tratar de hacer fuerza todo lo posible, las movilizaciones son solo un punto de arranque, se va a continuar en todo el país y la idea es hacer una manifestación fuerte en Madrid; vamos a estar peleando todo el tiempo que haga falta. Porque para el sector lácteo esta situación es el fin.