Para COAG, la política de Lactalis muestra como el sector lácteo sufre la posición dominante de algunas industrias cuyo afán de lucro es desmedido
El Grupo Lactalis Iberia ya fue multado con 11,6 millones de euros en 2015 por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por pactar con otras industrias el precio a los ganaderos
COAG denuncia que firmas como President, Puleva, RAM, Lauki, El Ventero, Flor de Esgueva, Galbani, Gran Capitán o El Castillo imponen precios a los ganaderos siguiendo las pautas de la matriz francesa, siendo éstos en España inferiores a los pagados en Francia.
COAG CASTILLA Y LEÓN pide a los consumidores que, a la hora de adquirir leche, queso y otros productos lácteos, opten por comprar marcas de empresas socialmente comprometidas y que paguen precios justos por la leche a sus ganaderos proveedores
Valladolid, 30 de diciembre de 2021. COAG CASTILLA Y LEÓN considera que la cuenta de resultados de Lactalis Iberia raya la inmoralidad, ya que acumula exorbitantes ganancias a costa de los bajos precios que paga por la leche a los ganaderos. Así, frente a los productores, que acumulan meses de pérdidas por verse obligados a vender su leche entre 6 y 8 céntimos por debajo de lo que les cuesta producir cada litro, la empresa que más influye sobre las cotizaciones de la leche en España por ser la mayor compradora de este producto, se enriquece desmedidamente.
Según las cuentas del ejercicio 2020 publicadas en varios medios, en plena pandemia, la filial española de la multinacional láctea francesa Lactalis duplicó sus beneficios, alcanzando los 58,4 millones de euros frente a los 25,5 del ejercicio anterior. La cifra total de dividendos obtenidos en España por Lactalis en 2020 se eleva hasta los 80 millones de euros si se le añaden las regularizaciones fiscales. A todo ello ha contribuido sin duda que los precios finales en los lineales de los supermercados se han incrementado sin hacer partícipes de estos mayores márgenes a los ganaderos.
Marcas del Grupo Lactalis como President, Puleva, RAM, Lauki, El Ventero, Flor de Esgueva, Galbani, Gran Capitán o El Castillo, entre otras, se caracterizan por la imposición de precios a los ganaderos siguiendo las pautas de la matriz francesa, siendo éstos en España inferiores a los pagados en Francia, y sin adaptarse a los costes y necesidades de nuestras granjas ni tener en cuenta que nuestro país es deficitario en leche, lo que podría justificar que el precio fuese más elevado aquí que en países excedentarios de nuestro entorno, justo lo contrario de lo que sucede actualmente.
En 2021, con la escalada galopante de los costes de producción de las granjas, especialmente los energéticos y los de alimentación de los animales, la política de Lactalis deja bien a la vista como el sector lácteo sufre por la posición dominante de algunas industrias cuyo voraz afán de lucro no parece tener fin. Resulta muy evidente que es más que posible aumentar el precio de la leche y dignificar la renta y la profesión del ganadero manteniendo márgenes razonables de beneficio para la industria.
Tampoco podemos olvidar que el Grupo Lactalis Iberia fue multado con 11,6 millones de euros en 2015 por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia por prácticas ilegales al establecer pactos con otras industrias para mantener bajos los precios a pagar a los ganaderos. Es decir, por constituir un auténtico cártel para enriquecerse a costa de empobrecer a sus proveedores.
Nos permitimos sugerir a Lactalis, si considera que exhibir las ganancias es un mérito entre la parte industrial, que considere también un logro empresarial el dignificar y pagar un precio justo por la leche a los ganaderos.
Ante este panorama, COAG CASTILLA Y LEÓN pide a los consumidores que, a la hora de adquirir leche, queso y otros productos lácteos, opten por comprar marcas de empresas socialmente comprometidas y que paguen precios justos por la leche a sus ganaderos proveedores.
Igualmente, COAG exige la activación inmediata de las nuevas herramientas incluidas en la ley de la cadena alimentaria para controlar y evitar estas situaciones de desequilibrio, posibilitando establecer porcentajes de margen suficientes y justos para todos los eslabones de la cadena, y particularmente para el más débil, que es el ganadero. Entre tanto continuaremos con la campaña de movilizaciones, en unidad de acción, frente a industrias lácteas y distribución.