A poco más de un año de su implantación, esta PAC nace muerta. No solo porque no la quiere nadie del sector, sino porque, además, su aplicación en nuestras explotaciones es compleja y difícil y producimos menos con más gastos.
Su diseño pretendía mejorar el medio ambiente, luchar contra el cambio climático y mejorar la calidad de los suelos agrícolas. Pero la condicionalidad reforzada y los eco- esquemas nos obligan a seguir prácticas agrarias absurdas que no conseguimos encajar con las que habitualmente practicamos.
¿Es acaso culpa nuestra, que a veces no sabemos ni lo que hacemos? 0 ¿es quizás que quien diseña todo esto no ha pisado un terreno agrario en su vida? Yo soy agricultor y ganadero con muchos años de experiencia; hijo y nieto de agricultores. Y créanme que me siento humillado cómo agricultor cuando tengo que gastar tiempo y dinero para aplicar esas absurdas condiciones medioambientales.
Ni somos los jardineros de Europa, ni nuestras granjas son hoteles para mascotas. Nuestros campos producen cereales, hortalizas, etcétera y nuestras granjas leche y carne. Alimentos para toda la sociedad.
Por eso, este Pacto Verde y la Estrategia de la Granja a la Mesa, es la mayor hipocresía que una Política Agraria ha cometido hasta ahora. Pacto Verde, porque está diseñado por los verdes del Parlamento Europeo y tanto el Partido Popular Europeo, como los liberales y los socialdemócratas, les dejaron jugar con las cosas de comer. Gobiernos de coalición de países del norte de Europa, condicionaron la decisión y, por ello, fue aprobada esta reforma de la PAC en contra de los intereses y de la opinión de todo el campo europeo, como ahora se ve con las manifestaciones. Vamos, que fuimos monedas de cambio para que alemanes, holandeses y gobiernos de otros países, siguieran en el poder.
Europa necesita al campo y no solo para su alimentación, sino también para gestionar el territorio rural y mantenerlo vivo y verde de verdad, no de pegatina. Estamos perdiendo soberanía alimentaria y competitividad frente a otros países del mundo
Actualmente somos los europeos, los productores agrarios y ganaderos con los estándares de calidad más seguros del mundo. Con la aplicación de esta PAC no sé si aumentaremos la calidad de los alimentos, pero sí sé que perderemos mercados por no ser competitivos
Estos días, el campo, los agricultores y ganaderos, salimos a la calle. Alzamos la voz reivindicando con más fuerza que nunca: ¡Basta ya! Se agotó la paciencia y en toda Europa el campo se levanta también ante una injusticia perpetrada contra nosotros.
En junio se celebrarán elecciones europeas y este Parlamento Europeo, ya casi caducado, solo podrá hacer pequeños cambios; como el anunciado por Úrsula von der Leyen de retrasar la obligación de reducir el 50 por ciento de los pesticidas y poco más. Esta PAC necesita un cambio profundo, de cabo a rabo. Pero será el Parlamento que salga de las urnas el que deberá acometer ese cambio profundo de la política agraria; dar un giro de 180 grados acordado con el sector y al margen de los lobbies ecologistas o animalistas.
Con las cosas de comer no se juega.