Está claro que en Ucrania se libran dos batallas: la de los tanques, las bombas, las muertes y el sufrimiento de un pueblo. Y la económica, la de las energías y las materias primas: el gas, el petróleo, el carbón, los fertilizantes o los cereales y oleaginosas procedentes de Rusia y Ucrania.
La batalla del sufrimiento y la muerte terminará, más o menos, a corto o medio plazo. Un país arrasado no podrá resistir mucho tiempo por mucha ayuda de armamento que le llegue de Occidente. Lo que sí perdurará a largo plazo será la batalla económica. Los agricultores y ganaderos sufriremos las consecuencias de esa otra batalla. El veto ruso en 2014 por la adhesión de Crimea supuso para Europa el cierre del comercio. Desde entonces, las exportaciones de porcino y frutas de España a Rusia están paralizadas. Y ahora, a raíz de las sanciones impuestas a Rusia por Europa, Estados Unidos y otros países, se cierra por completo el más mínimo comercio con el país ruso.
No pongo en cuestión las sanciones a Rusia, todo lo contrario, las apoyo y creo que están más que justificadas. Pero tendremos que admitir que esto traerá consecuencias para todos. Nosotros, concretamente, sufriremos altos costes en fertilizantes, energías, materias primas para alimentar al ganado, etcétera.
Ante esta situación, el Ministerio de Agricultura ha aprobado dos decretos para ayudar a los sectores ganaderos más afectados: uno destinado al sector lácteo de vacuno, ovino y caprino, dotado de 169,4 millones de euros; y otro a sectores de carne: vacuno, ovino, avícola y cunícola, con 194,4 millones de euros.
Pero es evidente que aún quedan sectores afectados a los que en estos decretos no se les incluye. El sector porcino, tanto ibérico como de capa blanca, que no está en integración y que tiene que pagar a diario los piensos para alimentar a sus animales, ha quedado excluido. En resumen, tiene el mismo derecho que cualquiera de los sectores que han sido incluidos en las ayudas.
Mientras tanto, estamos pendientes de que el nuevo consejero de Agricultura, Gerardo Dueñas, comience su actividad y contemple las peticiones, desde nuestro punto de vista, prioritarias y urgentes:
– Plan de choque para los sectores no contemplados en los Decretos del Ministerio. (Varios países de la UE ya han aprobado ayudas al sector porcino)
– Ayudas a los costes energéticos para los regadíos.
– Puesta en marcha de los mecanismos que son competencia de Castilla y León respecto a la Ley de Cadena Alimentaria (observatorio de costes, vigilancia y control de los contratos)
La industria se niega a cumplir la ley de Cadena y es la administración quien tiene la obligación de vigilar que se cumpla. Desde COAG apostamos por el diálogo, la interlocución y colaboraremos en todo lo que sea necesario, pero también presionaremos, si no nos queda más remedio, para defender un modelo social y profesional de agricultura con precios justos.