En caso de autorizarse estos cebaderos, deberían ubicarse en las zonas afectadas con una alta prevalencia
Los riesgos inherentes al traslado de animales positivos podrían provocar que el problema sanitario se extendiese a zonas donde ahora está prácticamente extinguido
Valladolid, 24 de mayo de 2023.-La Alianza UPA-COAG lamenta el retroceso de nuestra Comunidad Autónoma en cuanto a prevalencia de la tuberculosis bovina, que con el incremento registrado en las provincias de Salamanca y Ávila se sitúa en el 2% regional, superando los valores generales de los tres años anteriores.
No obstante, las provincias de Burgos, León y Valladolid están declaradas oficialmente libres de tuberculosis bovina, y Zamora y Soria están en condiciones de conseguir esta declaración próximamente. Por su parte, las provincias de Palencia y Segovia tienen una baja prevalencia, es decir, menor del 1%.
Respecto a brucelosis, tanto bovina como ovina y caprina, se mantiene el estatus sanitario de libre a brucelosis conseguido en las especies ovina-caprina en el año 2013 y en la especie bovina en la totalidad del territorio de Castilla y León en el año 2020.
En cualquier caso, para la Alianza UPA-COAG es preocupante que todo el trabajo realizado por administración y ganaderos no haya podido reducir también la prevalencia de la tuberculosis bovina precisamente en algunas de las zonas de mayor concentración ganadera de Castilla y León. A este respecto, como ya se viene reiterando por el sector desde hace tiempo, es necesario un mayor control sobre la fauna silvestre, uno de los factores que más pueden estar influyendo en esta situación.
Por otra parte, si bien compartimos el objetivo de ayudar a la venta de animales para cebo desde explotaciones sin calificación sanitaria, nuestra organización no comparte que la intención de la Consejería de promover la creación de “cebaderos no calificados” (lo que les permite recibir animales para cebo de explotaciones positivas a tuberculosis -los conocidos como “cebaderos sucios”-), incluya también a aquellas provincias en las que la prevalencia es baja o muy baja, ya que los riesgos inherentes al traslado de animales positivos podrían provocar que el problema sanitario se extendiese a zonas donde ahora está prácticamente extinguido. En su caso, de autorizarse la creación de cebaderos no calificados, éstos deberían ubicarse exclusivamente en las zonas afectadas por una alta prevalencia.