En el marco de una jornada estatal para analizar los principales retos a lo que se enfrenta la producción ganadera, COAG ha presentado una radiografía de los diferentes subsectores, centrada especialmente en el necesario relevo generacional.
- El 56% de los ganaderos/as están ya o entrarán en edad de jubilación durante la presente década. La retirada en masa de la generación del “baby boom” (95.000) pondrá a prueba la capacidad del sector y de las políticas públicas para propiciar un relevo generacional sostenible.
- El 65% de los ganaderos y ganaderas más jóvenes se concentran en los subsectores de vacuno de carne y ovino-caprino. Las granjas de porcino, conejo y aves, no superan el 10% de titulares por debajo de los 45 años.
Madrid, 30 de octubre de 2023.-La atracción de talento joven al sector ganadero se convierte en estratégica ante la “gran jubilación” en el campo. Así se ha evidenciado en el contexto de una jornada de ámbito estatal organizada por COAG que ha reunido hoy en Madrid a ganaderos de las diferentes Comunidades Autónomas para analizar los principales retos a lo que se enfrenta el sector.
Durante la apertura de la misma, COAG ha presentado un análisis elaborado por el Departamento de Ganadería sobre la foto real de los distintos subsectores, centrado especialmente en aspectos como el perfil de los jefes/as de explotación y su relación de con la tipología de las mismas. Entre las principales conclusiones destacan:
Relevo generacional
✓ La ganadería en su conjunto se encuentra claramente envejecida. El 56% de los ganaderos/as están ya o entrarán en edad de jubilación durante la presente década. La retirada en masa de la generación del “baby boom” (95.000) es uno de los grandes retos a los que se enfrenta nuestra ganadería.
✓ Las personas con menos de 44 años se encuentran mayoritariamente en explotaciones de menos de 100 UGT (77%).
✓ El mayor número absoluto de personas menores de 44 años se encuentra en los sectores bovino de carne y ovino/caprino (66%).
Mujeres
✓La ganadería en su conjunto se encuentra claramente masculinizada (70% de los jefes de explotación son hombres, el 30% mujeres).
✓ Las ganaderías mixtas con mayoría de herbívoros y de bovino mixta son las que cuentan con un mayor porcentaje de jefas mujeres (41%).
✓ Las ganaderías de porcino son las que cuentan con un menor porcentaje de jefas mujeres (19%).
✓ El mayor número absoluto de mujeres se encuentra en los sectores bovino de carne y ovino/caprino.
A tenor de los datos, Luis Pérez, coordinador de Juventudes Agrarias de COAG y joven ganadero de ovino en Cantabria, ha precisado que el ritmo de incorporaciones en nuestro país es claramente insuficiente. Un informe del Tribunal de Cuentas compara los datos de todos los países europeos (a excepción de Croacia), y coloca a nuestro país en el puesto 19 de 27 en ritmo de entrada de jóvenes al sector agroganadero. “En un contexto geoestratégico muy complicado, en el que la seguridad y la soberanía alimentaria han dejado de darse por supuestas en Europa, el campo español reúne todos los ingredientes para liderar la producción de alimentos en la UE y ser el motor económico y social de nuestro medio rural. Menos burocracia, más apoyo real a los jóvenes que quieren dedicarse a la actividad ganadera, acceso a la tierra y una cadena alimentaria que reparta de forma justa y equitativa el valor de los alimentos del campo a la mesa, es la mejor garantía para consolidar un sector agroganadero rentable y, por ende, un relevo generacional sostenible. Gobierno y CCAA deben apostar por un modelo de ganadería con ganaderos en el campo”, ha apuntado.
Por su parte, la ganadera zamorana Ángeles Santos, integrante más joven de la Comisión Ejecutiva estatal de COAG, ha afirmado que las políticas que se han aplicado hasta ahora han sido devastadoras para el medio rural, “empezando por la PAC y siguiendo por las políticas sociales”. Para fomentar el relevo generacional, habría que mantener servicios sociales como la sanidad, la educación, el transporte o el acceso a las nuevas tecnologías. También dar valor al medio rural, a la labor de las personas que trabajamos aquí, porque parece que siempre se piensa en lo urbano. Necesitamos precios justos para nuestros productos, con fiscalidades favorecedoras que premien nuestra labor medioambiental, patrimonial y cultural. Aún hay mucho por lo que luchar y un gran número de mentalidades que cambiar”, ha subrayado.