UPA-COAG pide una “referencia oficial de coste mínimo” que pueda utilizarse por los productores a efectos de la Ley de la cadena

mercado

Durante el periodo de información pública del Proyecto de Orden por la que se crea el Observatorio de Costes de Producción, la Alianza propone igualmente que las empresas que no colaboren con el Observatorio no puedan acceder a determinadas ayudas públicas

 

Valladolid, 19 de abril de 2024.-La Alianza UPA-COAG ha enviado a la directora general de la Industria y la Cadena Agroalimentarias, Mª José González Garrachón, un documento que recoge las alegaciones de nuestra organización al borrador de Orden de creación del Observatorio de costes de producción, márgenes y formación de precios de productos agroalimentarios de Castilla y León, que se encuentra en fase de información pública.

En dicho documento, en primer lugar, manifestamos que la Alianza UPA-COAG valora positivamente los cambios que este borrador de Orden introduce respecto del anterior proyecto de Orden de Observatorio de la Cadena Alimentaria de agosto de 2023. Apreciamos en particular la nueva redacción que ofrece el Observatorio expresamente sobre los costes de producción de los productos obtenidos en las explotaciones agrarias, que se determinarán sobre la base de estudios encargados por la propia Dirección General de Industria y Cadena Alimentaria.

Sin embargo, la Alianza UPA-COAG expone en el escrito “que es un clamor del sector productor que, ante la dificultad de establecer individualmente a nivel de explotación los costes unitarios de determinados productos obtenidos en la misma, necesitamos una referencia que pueda considerarse como precio mínimo de coste que tenga valor legal a efectos de establecer el precio mínimo a pagar al productor por el primer comprador”.

En este sentido, nuestra organización solicita que la Orden que desarrolla el Observatorio de Costes defina y regule también el instrumento de referencia oficial de coste mínimo para cada producto, estableciendo que dicha referencia pueda ser utilizada, por los productores que así lo deseen, como coste individual a los efectos establecidos en la Ley de la Cadena Alimentaria.

Por otro lado, consideramos que la Consejería de Agricultura debería establecer mecanismos que obliguen a las empresas operadoras a facilitar datos sobre los costes de procesamiento, de distribución y de márgenes de los distintos eslabones, así como de la formación de precios a lo largo de la cadena de valor. Al respecto, pedimos que
la negativa a facilitar todos los datos requeridos para la realización de los estudios pertinentes para determinar los costes, márgenes y formación de precios, implique que esas empresas no puedan tener acceso a determinadas ayudas públicas.

Otro aspecto básico que debe modificar la Administración regional es el de la composición del pleno del Observatorio. Consideramos que la representación que se otorga al sector productor nos coloca, una vez más, en desventaja respecto a la Industria y Distribución. “Por experiencia sabemos que en las cuestiones que afectan a los productores, industria y distribución, estas últimas actúan prácticamente siempre en un mismo sentido. De lo anterior se deduce que los productores tendríamos tres votos frente a los seis del conjunto industria-distribución”. Al respecto, la Alianza UPA-COAG ha solicitado que se incremente a seis el número de vocales correspondientes a las organizaciones profesionales agrarias en el Pleno del Observatorio.

También nuestro documento recoge la necesidad de que se incluya en este Observatorio, y por lo tanto en el control de las relaciones en la cadena de valor, a los frutos de cáscara y la uva de vinificación sin figura de calidad “para evitar situaciones indeseadas y que dañen los intereses de los productores”.