
UCALE-COAG: “El fuego ha arrasado el monte y sin monte no hay apicultura”
- 3000 colmenas devastadas, un centenar de apicultores fatalmente dañados y lo peor: la apicultura no se podrá ejercer en la zona hasta pasado un lapso de entre cinco y ocho años, balance provisional del sector frente a los fuegos de UCALE-COAG
- UCALE-COAG exige a las administraciones cuatro medidas inmediatas para la recuperación del sector: facilitar los reasentamientos; ayudas al mantenimiento y alimentación de las colonias supervivientes; ayudas a la reposición de colmenas y lucro cesante
León, 12 de agosto de 2025
UCALE-COAG de León, organización mayoritaria en el sector apícola profesional leonés, hace un llamamiento a todas las administraciones provinciales, regionales, estatales y europeas a que faciliten, contribuyan y ayuden a la recuperación de los apicultores cuyas explotaciones y sobre todo, el medio natural en el que se desenvolvían las abejas ha sido devastado por los incendios.
La provincia de León ha llegado a sufrir en los últimos días hasta 11 incendios que, si han afectado gravemente a la sociedad leonesa y a sus sectores económicos, lo han hecho con más virulencia a quienes viven directamente de los bosques que han sido pasto de las llamas: los apicultores. Sin bosque no hay apicultura y el bosque de León ha sufrió un mordisco descomunal en los últimos días.
Las zonas donde más han sufrido los apicultores los efectos del fuego han sido precisamente las más feraces, dónde más vergel ha ardido, por ser los escenarios dónde las abejas se desarrollan con más profusión. Las comarcas de Las Médulas, Cabrera, Omaña, Laciana, Valdería y Valduerna tradicionales feudos de la expansión de la apis mellifera, han sufrido los principales incendios. UCALE-COAG calcula que en esas zonas pueden haber sido afectados más de un centenar de colmenares y 3000 colmenas. Y por supuesto, ha sido afectado el bosque, nutriente de la abeja.
UCALE-COAG cree que lo principal ahora es poner todos los medios para que los apicultores puedan seguir desarrollando su actividad. Muchos profesionales tendrán que asentarse en otras zonas donde la abeja pueda desarrollarse. Para ello todas las administraciones competentes, tendrán que facilitar que los apicultores pueden asentarse sin dificultades añadidas a las que ya conlleva el propio traslado.
UCALE-COAG pide también ayudas para el mantenimiento y alimentación de las colonias supervivientes; ayudas a la reposición de colmenas y ayudas por el lucro cesante que pueda originar la inactividad debida a los incendios. Hay que tener en cuenta que la actividad apícola no se podrá volver a ejercer en la zona hasta pasado un lapso de entre cinco y ocho años.
Poli Castellanos, responsable de UCALE-COAG urge también a todas las administraciones a dedicar mucha más atención a los bosques: “estos incendios son consecuencia clara y directa de que los bosques no son debidamente gestionados. El paulatino deterioro de las actividades agropecuarias motivado por los continuos desmanes al sector, (Bruselas prevé recortar las ayudas al sector para el próximo periodo) son el combustible de los incendios”.