COAG exige la dimisión de la ministra Ribera y del Secretario de Estado Morán, por traicionar a los ganaderos al extremar la protección al lobo

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La Comisión Estatal del Patrimonio Natural, que engloba a los departamentos de medio ambiente de las comunidades autónomas y al Ministerio de Transición Ecológica, ha decidido que el lobo deje de ser especie cinegética. Los lobos mataron a casi 4.000 cabezas de ganado en la región en 2019 que generaron 2 millones de euros en pérdidas a los ganaderos.

Valladolid, 4 de febrero de 2021. La Comisión Estatal del Patrimonio Natural ha votado esta mañana anteponer los intereses del lobo a los intereses de los ganaderos y de los agricultores españoles. El Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico ha convocado al citado organismo, en el que se dan cita los departamentos de medio ambiente de las comunidades autónomas, y ha sometido a consideración de las comunidades una decisión que viene acariciando largamente no con el objetivo de organizar adecuadamente la convivencia entre la ganadería y las especies silvestres, sino con la idea de dar curso a la ideología de los grupos ecologistas. La conclusión es que el organismo ha decidido que el lobo deje de ser especie cinegética en toda España. O sea, que no se pueda cazar. El trámite ahora irá de la mano del Ministerio hasta su definitiva conversión en norma.

Ante tal acción, COAG CASTILLA Y LEÓN se ve obligada a pedir enérgicamente la dimisión de la titular del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, así como del Secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, porque su empeño en desplazar a los ganaderos del campo ha cristalizado por fin hoy, en la sesión de la comisión del patrimonio natural. A su vez desarrollará cuantas acciones estén a su alcance para evitar que la votación de hoy acabe convirtiéndose en ley.

COAG CASTILLA Y LEÓN se plantea también romper todas sus relaciones con el PSOE y con Unidas Podemos, formaciones políticas que han coadyuvado a que se perpetre esta agresión a los derechos de los ganaderos.

Todas las comunidades autónomas formadas por gobiernos cuya adscripción política está integrada o es afín a la coalición con mayoría parlamentaria, a excepción del País Vasco y Asturias, ha votado a favor del lobo. Las comunidades que han votado en contra de la decisión están encabezadas por las que más sufren la presión del lobo a la ganadería, esto es Castilla y León, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco, a las que han apoyado Madrid, Murcia y Andalucía .Además, se da la curiosa circunstancia de que tras un empate en primera votación se recurre a la segunda donde se rompe el equilibrio gracias, entre otros al voto de Canarias, región donde no prolifera el animal pero que determina el devenir de los ganaderos del norte de España.

Aurelio Pérez, coordinador regional de COAG CASTILLA Y LEÓN ha asegurado que “no vamos a permitir que se elimine la caza al norte del Duero porque se estaba desarrollando organizadamente y porque el lobo se mantenía en su hábitat perfectamente. Ahora, habrá más ataques a las granjas con las consiguientes pérdidas para los ganaderos”.

Un informe de COAG con datos de la Consejería de Medio Ambiente muestra que en 2019 se registraron 2.579 ataques de lobo en toda la región que malograron a 3.774 cabezas de ganado. Las pérdidas que dichos ataques generaron a los ganaderos fueron de 2 millones de euros.

La situación está resultando tan preocupante que el Ministerio de Agricultura tuvo que lanzar una advertencia, el pasado mes de abril, para conminar a todas las comunidades autónomas y alertarles de los riesgos que entraña no ejercer el preceptivo control de la fauna silvestre. La desidia en la observancia de tales controles amenaza, no solo los festines que el lobo se pega con las cabezas de ganado y la consiguiente sangría económica para el ganadero. También, la propagación de enfermedades, que podrían derivar en zoonosis, o sea, ser transmitidas al ser humano, la producción de daños en las explotaciones agrícolas mediante los cada vez más frecuentes destrozos de cosechas, la creciente alarma en los pueblos porque los lobos se acercan cada vez más a las poblaciones, los daños en infraestructuras básicas y la generación de accidentes de tráfico.

COAG CASTILLA Y LEÓN ha reiterado ampliamente su difundida postura y es que considera prioritario el control de las especies silvestres. Lo contrario, deja indefensos, como se puede comprobar a diario, no solo a agricultores y ganaderos, sino también al conjunto de la sociedad, que ya está viendo las consecuencias de una proliferación descontrolada de fauna salvaje.