COAG denuncia falta de voluntad en las administraciones para resolver los graves problemas que causa el lobo. Han transcurrido 10 meses desde que se protegió al lobo en el LESPRE y todavía no hay una solución a las demandas de los ganaderos, que tienen que afrontar a diario los daños del lobo al devorar a sus reses.
COAG pide a la titular del MITECO, Teresa Ribera, la publicación urgente de las ayudas prometidas. La ministra prometió la disposición de una partida de 20 millones de euros para compensar los daños que ocasionara el lobo una vez que el depredador dejara de ser considerado especie cazable. Nadie ha vuelto a saber nada del asunto. Asimismo, COAG pide a la Junta que aplique al lobo ya incluido en el registro de especies protegidas (LESPRE) la misma consideración que mantiene con algunas aves en las reservas. O sea: ayudas específicas por daños en terrenos cinegéticos de su titularidad ocasionados por especies no cazables.
Valladolid, 17 de junio de 2022.-
Diez meses después de que se incluyera el lobo en el registro de animales protegidos ante la caza, (LESPRE), COAG cree que las administraciones competentes en regular la cohabitación del cánido con las ganaderías, como son la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Transición Ecológica, se han desentendido del problema económico y social que genera este animal al devorar a diario las reses de las explotaciones. (Casi 4000 animales fueron atacados en 2020 con un coste de 2 millones de euros).
Los ganaderos están desprotegidos ante los ataques del lobo, y COAG considera que los organismos a quienes compete garantizar la normalidad en la práctica de su profesión ganadera no tienen voluntad ninguna de afrontar el problema.
La titular del MITECO, Teresa Ribera prometió la disposición de una partida de 20 millones de euros para compensar los daños que ocasionara el lobo una vez que el depredador dejara de ser considerado especie cazable. Nadie ha vuelto a saber nada del asunto.
La Junta de Castilla y León tampoco asume su responsabilidad con los profesionales de la ganadería, pues desoye las peticiones de COAG de aplicar al lobo un estatus regulador similar al que ya aplica con las aves protegidas. Por ejemplo, la avutarda en su reserva de Villafáfila. COAG ya solicitó y vuelve a exigir ahora a la Junta que establezca un mecanismo similar al que utiliza con el ave otidiforme. Esto es, que disponga, con carácter retroactivo y de forma transitoria, ayudas específicas por daños en terrenos cinegéticos de su titularidad ocasionados por estas especies no cazables. La orden FYM/1009/2016 regula el comportamiento de la avutarda en la Reserva Natural de Villafáfila e incluye estas ayudas aludidas.
COAG también solicitó a la Junta, en noviembre pasado, que con carácter retroactivo al 22 de septiembre de 2021 (fecha de inclusión del lobo en el LESPRE) y hasta que se resuelva el contencioso, se reconozcan medidas de compensación de daños, ampliando al norte del Duero los pagos compensatorios ya establecidos para los terrenos situados al sur de este río (Orden FYM/461/2016), sin necesidad de contar con seguro que cubra dicha contingencia.
La Consejería de Medio Ambiente anuncia que habría ayudas en el Plan de Desarrollo Rural pero se refiere a las preventivas. O sea, a las que el ganadero puede tomar para defenderse del ataque de los cánidos. Este anuncio responde a una pregunta de COAG en relación a un ataque de lobos a un afiliado de la localidad de Villaseco de Los Reyes, (Salamanca). El ganadero que sufrió el ataque se quejaba del coste de los propios mastines que han de cuidar al rebaño de los lobos. Afirma que sus tres mastines en comida, seguros, vacunas, chips y etcétera costaban 1.000 euros al año.