Los cien días para olvidar

LOS 100 DIAS TRUMP

Por Lorenzo Rivera. Coordinador de la Alianza UPA-COAG

Es tradicional otorgar, tanto a los nuevos gobiernos como a los nuevos responsables políticos en su cargo público, un margen de cien días para valorar su trabajo al frente de la responsabilidad que han asumido. Pues bien, nadie ha conseguido jamás en tan poco tiempo, tanta inseguridad e incertidumbre en todo el mundo como lo ha hecho Donald Trump en sus primeros cien días.

Desde el primer día no ha parado de firmar órdenes resolutivas sobre deportación y detención de migrantes, aranceles a discreción a todo el mundo, despidos de miles de funcionarios, recortes sociales, sanitarios y culturales, amenazas a universidades y colegios con retiradas de fondos económicos, etcétera. Y todo un sinfín de disparates y propuestas como vetos a periodistas molestos y medios de comunicación no afines.

Todo esto traspasa con creces el respeto a los valores democráticos y a los derechos humanos, pero también a las libertades. Un país como Estados Unidos no se merece este atropello.

La pregunta que todos nos hacemos es ¿ha merecido la pena? Si analizamos las consecuencias, no solo en USA, también en el resto del mundo, no parece que nadie apoye a Trump en sus medidas. Al menos en sus medidas económicas.  Salvo sus amigos políticos de Argentina y El Salvador, el resto del mundo no está de acuerdo. Además, ha generado una repulsa general hacia los productos de Estados Unidos y hasta el turismo ha decaído de manera importante en ese país.

Aunque con los aranceles Trump pide aguantar para ver los resultados, no parece que los poderes económicos americanos se lo vayan a permitir por mucho tiempo. Además de la dudosa legalidad que tiene el que imponga aranceles el presidente de Norteamérica, apelando a una emergencia económica bajo la ley IEEPA.

Ningún presidente de los Estados Unidos ha impuesto aranceles bajo esta ley. Debe ser el Congreso, que es quien tiene poderes para imponer o poner fin a estos aranceles, según esa ley de emergencia económica.

Pero ilegales o no el daño ya está hecho. Todo el comercio patas arriba. Y Estados Unidos en decrecimiento económico tras los tres últimos años con crecimiento. Ahora es todo lo contrario: inflación en aumento, crecimiento del desempleo y el país camina hacia la recesión.

Aquí en Europa podríamos decir que allá ellos; lo han votado pues que lo aguanten, pero lo cierto es que sus políticas trascienden al resto del mundo con efectos en las economías y pérdidas económicas en las empresas hasta reorientar las exportaciones sí se puede, hacia otros mercados.

Son muchos los que dicen o piensan que acabará en nada; es decir, que se volverá a la situación de libre mercado sin aranceles, como estábamos antes.

De momento sectores cárnicos como el porcino y el pollo se verán beneficiados al aumentar China las compras en la Unión Europea y directamente a España. Debido a los aranceles impuestos a China por USA, tampoco China compra soja a los Estados Unidos y ello afectará a su precio.

Pero salvo algún sector aislado, los perjuicios serán generales para todos los sectores agrarios y para todos los países. La inestabilidad de los mercados y la incertidumbre lastran los precios de las materias primas; entre ellos las agrarias, como   cereales, oleaginosas etcétera, que están ahora bajo mínimos en un contexto de altos costes desde la guerra de Ucrania y que nos están llevando a pérdidas económicas a todo el sector cerealista.

Esta situación no se arregla con importaciones de cereales cada vez en más cantidad en España, sino con contingentes para estas importaciones que pongan equilibrio a los precios de la producción interna frente a lo que se importa. No solo en la cantidad, también en el periodo de tiempo en que se producen.  Si aquí hay cosecha: prioridad a la producción local y a precios justos. Eso es ser patriota.

LOS 100 DIAS PARA OLVIDAR
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