El “Trumpantojo” americano

Captura de pantalla imagen

Por Lorenzo Rivera. Coordinador de COAG CASTILLA Y LEÓN

Han pasado tres semanas desde que Donald Trump tomó posesión como presidente de los Estados Unidos y continúa su circo diario, firmando órdenes “resolutivas” aunque la mayoría de ellas no vaya más allá del montaje escénico que el propio Trump teatraliza con su rotulador enorme, plasmando firmas que ocupan todo un folio. Sin embargo, a las 24 horas se paralizan y no sirven para nada, como ha sucedido con los aranceles impuestos a Canadá y Méjico.

Después han seguido China, Irán y también amenaza el nuevo presidente de Estados Unidos a la Unión Europea. Con todos los países será más de lo mismo: una llamada de teléfono y todo arreglado, aunque básicamente todo siga igual.

Así lo hizo también en su anterior etapa y las consecuencias de su política arancelaria perjudicaron con más intensidad a las empresas y a los ciudadanos de los Estados Unidos. La diferencia de esta etapa con la anterior radica en que ahora Trump tiene todo el poder político gracias a su mayoría en las cámaras; tiene también el Poder Judicial con los jueces del supremo y también el económico ya que se ha rodeado de todos esos súper ricos a los que le ha otorgado mucho poder.

Estos últimos no han tenido ningún escrúpulo en reconocer que entran en política para ganar más dinero, aunque sea a costa del sufrimiento, hambre y muerte por enfermedades como consecuencia del cierre de la Agencia de Cooperación o también la retirada de la aportación económica norteamericana a la Organización Mundial de la Salud. Y todo esto que suspende no son más que migajas económicas para un país como Estados Unidos.

No vemos en todos esos niños ricos de Silicón Valley ni un mínimo atisbo de compasión, ni pudor por estas decisiones que solo provocan dolor y sufrimiento entre gente inocente y sin recursos.

Pero además, se quiere erigir Trump en el sheriff del mundo, controlando fronteras, parando unas guerras o generando otras comerciales, aunque perjudican a los propios ciudadanos de los Estados Unidos.  Se niega a reconocer que el mundo ha cambiado y hace tiempo que hay un nuevo orden económico mundial, con China superando a Estados Unidos o los países BRICS creciendo con una población mucho mayor que USA y Europa juntos.

Dirigir el Gobierno de un país no es igual que dirigir una empresa. Están completamente equivocados y el tiempo lo demostrará.

El problema está en que frente a todo este circo no hay hasta ahora la unión suficiente para hacerle frente por parte de la UE y pararle los pies. Las buenas relaciones que los Estados Unidos siempre han tenido con Europa no deben ser debilitadas por estos personajes que poco o nada van a aportar al mundo.

En lo referente al sector agrario y la posible imposición de aranceles a la UE, hoy no creo que sea una tragedia, pero siempre habrá que estar preparado para responder con la misma moneda.

Aceite, vino, lácteos, aceitunas de mesa volverán a correr ese peligro como en la anterior etapa de Trump, pero la diferencia ahora está en que estamos preparados, ¿digo yo? Siempre se ha dicho que “perro ladrador, poco mordedor”. Pues ahora mucho me temo que se va a cumplir con más motivo. Lo único que buscan son imágenes que escenifiquen sus órdenes resolutivas, aunque con el tiempo no se consiga nada con ellas.

En fin, es una lástima que un país con una democracia fuerte acabe en esta situación. La democracia consiste en dialogo, llegar al consenso, hacer concesiones y respetar al contrario para avanzar todos.

Por eso ahora, con más fuerza que nunca todos los demócratas de cualquier color político debemos permanecer unidos junto a estos ególatras y su circo.

El “Trumpantojo” americano
El “Trumpantojo” americano