La UE prefiere la defensa a la despensa

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Por Lorenzo Rivera, Coordinador de COAG Castilla y León.

El pasado día 16 de julio, la Comisión Europea presentó el Marco Financiero Plurianual para el periodo 2028/2034. Aunque no deja de ser una propuesta que tendrá que debatirse y negociarse entre los 27 países miembros de la U.E. y en el Parlamento Europeo, deja claro por dónde van las líneas maestras para los presupuestos de la Unión Europea en un futuro próximo.

Aunque todos sospechábamos que la inversión en defensa podría afectar a otras partidas de este Marco Financiero, no imaginábamos que afectara tan directamente a los fondos de la agricultura. Sobre todo, tras las declaraciones que el comisario de Agricultura Christophe Hansen ha venido haciendo desde su nombramiento, defendiendo un presupuesto fuerte para afrontar los retos del futuro agrario: digitalización, cambio climático, mejora medioambiental, reto demográfico e incorporación de jóvenes al campo como mejor ejemplo de futuro.

Incluso el Comisario llegó a decir que habría que aumentar el presupuesto de la PAC para este próximo periodo, pero está claro que sus intenciones no son mayoritarias en la Comisión. Como siempre, los países del norte de Europa quieren unos presupuestos más rigurosos y austeros que supongan en torno al 1% del PIB de la UE, mientras que los países del sur, quieren que sean del 2%. La reciente propuesta los cifra en el 1,26%; o sea, se decantan por los del norte.

Para Agricultura quedan 300.000 millones de € para los pagos del Primer Pilar (PAC), y desaparece el presupuesto del Segundo Pilar, es decir, todo lo relacionado con el Desarrollo Rural, algo importantísimo y absolutamente necesario para dinamizar el campo y nuestros pueblos. Así, incorporación de jóvenes y modernización, que son fondos estructurales pasarán a integrarse en los planes nacionales. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, simplifica de un plumazo: de casi 500 programas operativos que hay ahora, nos vamos a 27 planes nacionales. En estos planes se introducen también lo referente a Desarrollo Rural que hasta ahora tenía un presupuesto asignado y un programa concreto (87,4 ME). Así, las decisiones en este sentido las tomará el Estado de cada país y también Bruselas, dejando a las regiones al margen.

No parece lógico que la administración más cercana a nosotros quede como un mero espectador encargado de ejecutar estos planes sin capacidad de diseñarlos. Se supone que quedará en manos de los Estados darle participación. Esperemos que esto revierta y vuelva la lógica, para que cada Comunidad Autónoma pueda aplicar su Desarrollo Rural y su Política Agraria, que será la más ajustada a las prácticas agronómicas de su zona.

Así las cosas, esto es una nacionalización de las políticas europeas. Todos tenemos muy claro que hay un riesgo enorme de que posibles intereses nacionales acaben siendo más fuertes que los europeos y eso, sin duda, romperá con el proyecto europeo de unidad para un mercado único y con una mayor integración económica para competir en el mercado mundial.

Multiplicar por 5 el presupuesto de defensa (131.000. ME) y reducir un 22 % el presupuesto agrario es una mala noticia.

Todos recordamos que los presupuestos de la U.E. se aprueban el último día del plazo y a altas horas de la madrugada, después de muchas horas de debate en el que todos tienen que ceder un poco. Hay dos años prácticamente para debatir todavía, pero o mucho me equivoco o hasta ese último día del plazo no habrá fumata blanca. Puede que todo esto, incluso sea un globo sonda mediante el que se busca conocer la aceptación de la propuesta.  Pero algo me dice a mí que esta vez no lo es.

Sería bueno también que el comisario de Agricultura nos diera su opinión, y cuanto antes, un borrador de la nueva PAC. Entretanto nos jugamos algo muy importante: nuestra soberanía alimentaria. Algo que es tan estratégico como es la Defensa para la UE. Por eso sí a la Defensa, pero con una buena despensa.

 

Publicación del artículo en «Mundo Agrario», suplemento de El Mundo de Castilla y León, del lunes 21 de julio de 2025: