Los compradores están imponiendo cláusulas de manera abusiva, en las que obligan a reconocer costes de producción falsos. Esta organización ha presentado ante la AICA varios contratos que infrigen la Ley de Cadena Alimentaria. – Tras este tipo de prácticas irregulares se esconde una feroz guerra de precios para ganar cuota de mercado en el lineal del supermercado ante la caída del consumo de vino en bares, hoteles y restaurantes. – “Los grandes industriales y bodegas pretenden que los viticultores financien su nueva estrategia comercial por el COVID. Los datos reales de existencias, cosecha mundial y exportación no justifican una reducción del 30% en el precio de la uva”, ha subrayado Joaquín Vizcaíno.
Madrid, 14 de septiembre de 2020. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) denuncia coacciones a los viticultores para que firmen contratos de compra-venta de uva de vinificación con precios por debajo de costes. Los compradores están imponiendo cláusulas de manera abusiva, en las que obligan a reconocer costes de producción falsos. Esta organización ha presentado ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) varios ejemplos de contratos que infrigen la Ley de Cadena Alimentaria.
En el contrato real que se adjunta, presentado a un viticultor de la DO de Jumilla, se puede observar cómo en el apartado 5.1 se recogen unas tablas de precios de 0,18€/kg, muy debajo de los costes de producción oficiales para la región de Murcia, 0,47€/Kg, según el estudio de costes de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) elaborado por la Universidad Politécnica de Valencia. Además, debajo de las tablas, se incorpora una cláusula ilegal “.. el precio pactado, según declara el vendedor, cubre el coste efectivo de producción de la uva objeto del presente contrato…”. Esta redacción excede lo establecido en el artículo 12 de la Ley de Cadena Alimentaria ya que quién tiene la responsabilidad de que no se destruya valor en la cadena es el comprador y, en todo caso, este hecho se debería acreditar con factores objetivos y verificables. Asimismo, incluir esa aseveración supone una forma de coacción en la firma del contrato, en la medida que supone trasladar al viticultor (vendedor) una responsabilidad que legalmente incumbe al comprador.
Tras este tipo de prácticas irregulares se esconde una feroz guerra de precios para ganar cuota de mercado en el lineal del supermercado ante la caída del consumo de vino en bares, hoteles y restaurantes. “Es intolerable. Los grandes industriales y bodegas pretenden que los viticultores financien su nueva estrategia comercial por el COVID. Los datos reales de existencias, cosecha mundial y exportación no justifican una reducción del 30% en el precio de la uva, tal y como recogen las tablillas en las principales zonas de producción, como Castilla La Mancha”, ha subrayado Joaquín Vizcaíno. Las últimas cifras oficiales publicadas así lo constatan:
- En los principales países productores del hemisferio sur, las cosechas han sido más bajas que en la campaña anterior: Argentina ( -10%), Chile ( -12%), Australia ( -3,9%), Nueva Zelanda ( -2,5%).
- En la UE, las estimaciones apuntan a una vendimia en la media de las últimas cinco campañas; Italia ( -1%), Portugal ( -5,7%) y Francia ( +3,4%).
- Asimismo, los datos de existencias en bodegas y cooperativas adelantados la semana pasada por el Ministerio de Agricultura hablan de un descenso del 6,5% respecto al año pasado, unos 2,5 millones de hectólitros menos.
- En el capítulo de exportaciones los últimos datos del mes de junio dibujan un cambio de tendencia, con crecimientos del 0,2% en volumen y del 10% en valor. En el primer semestre de 2020, los precios medios de exportación aumentaron un 5%.