
Los expertos contactados por COAG consideran que la catástrofe ha sido de tal magnitud que las reacciones de la fauna son imprevisibles
Tras la convulsión provocada por los incendios, la migración a la que se ve obligada la fauna silvestre puede incrementar su presencia en las carreteras, y por ende, el número de accidentes de tráfico
Dada la cantidad de cadáveres de animales silvestres que hay esparcida por los montes, el lobo puede alimentarse durante un tiempo de ellos y disminuir temporalmente sus ataques a las granjas. Los apicultores leoneses esperan la incursión del oso en los colmenares
Ciervos, corzos y jabalíes causarán estragos en las cosechas para alimentarse. Con la obligada migración de los depredadores, los ataques a las granjas pueden darse ahora en zonas inéditas
Valladolid, 3 de septiembre de 2025
Los mega incendios que han abrasado gran parte de los montes del oeste español, han sido de tal magnitud que los expertos consultados por COAG manifiestan encontrase perdidos ante las reacciones que pueden tener los animales silvestres con respecto al ganado o al resto de explotaciones agrarias, como consecuencia de la enorme sacudida que han recibido tanto su hábitat como su forma de nutrición.
Uno de los mayores expertos en lobo de España, Juan Carlos Blanco ha asegurado a COAG que dada la dimensión de estos incendios es muy difícil hacer una previsión acerca de los comportamientos que pueden tener especies como zorros, tejones, corzos, jabalíes, ciervos. osos o lobos para alimentarse o simplemente para sobrevivir, en tanto que sus entornos han sido devastados por los incendios. “Incendios que pueden arrasar hasta 10.000 hectáreas en un solo día, pueden generar tal dislocamiento en los modos de vida de los animales, que no es fácil aventurar la reacción de la fauna”, dice Gaspar Anabitarte, experto en medio ambiente de COAG.
El lobo es el más hábil en sortear las inclemencias del fuego. Puede haber algunas manadas abrasadas o puede haber lobeznos sin edad para desplazarse con autonomía que hayan claudicado entre las llamas, pero la mayoría habrá salido adelante. Además, dado que algunos ungulados suelen ser bastante más bastos en los movimientos, los expertos consideran que habrán fallecido bastantes y que sus cadáveres están esparcidos por los montes. En ese caso los lobos darán cuenta de ellos sin demora, y como consecuencia, se espera que baje la intensidad de sus ataques a las granjas durante algún tiempo.
El lobo, además, tendrá que colonizar nuevos terrenos, por lo que también puede ser que sus “visitas” a las explotaciones ganaderas cambien de geografía durante algunos meses. Podría haber sorpresas. Pero el lobo es muy territorial y en cuanto haya una mínima regeneración de la flora, regresará a su hábitat originario.
Por otra parte, los animales salvajes provocaron 12.291 accidentes de tráfico en las carreteras de Castilla y León durante 2024, o sea, uno cada 45 minutos. El dato de la DGT, que se dispara irremisiblemente de año en año, supone ya, que casi un 70 por ciento de los accidentes que se producen en las carreteras de la región sean inducidos de una u otra forma por animales silvestres. Se espera que, con la convulsión provocada por los incendios, la migración a la que se ven obligados los animales puede incrementar la presencia en las carreteras de fauna silvestre, y por ende, el número de accidentes de tráfico. COAG recomienda que en las zonas próximas a la catástrofe los conductores conduzcan con la mayor precaución posible.
Otro de los efectos colaterales para el campo causado por el fuego es que, durante algún tiempo, habrá un incremento considerable de estragos producidos en las tierras agrarias porque animales como el ciervo, el corzo o los jabalíes, al verse privados de sus alimentos en el monte, tendrán que acudir a nutrirse a los sembrados.
Los apicultores leoneses temen igualmente la incursión del oso en los colmenares con los consiguientes daños para las explotaciones. El oso, cuya apetencia por la miel es bien conocida, acude a alimentarse de las colmenas ante la falta de los alimentos que constituyen la base de su dieta, como las bayas y los frutos del bosque, como consecuencia de los incendios.
Todas estas cuestiones se ven con preocupación añadida a los padecimientos ya sufridos por el fuego en el sector agropecuario. Los agricultores y los ganaderos dicen que cuando el hambre aprieta no hay barreras y estos animales, sobre todo los herbívoros, han perdido el miedo a todo. Hasta se meten en los pueblos para buscar comida, explican. También entran en los viñedos donde dan cuenta de las uvas a la par que destrozan las plantas.